A continuación, os presentamos un material muy útil y sencillo de utilizar. Este material está basado en el juego del Lince, creado por el blog Logopedia dinámica y divertida, y además, ha sido adaptado por una de nuestras compañeras para trabajar lectoescritura.

Este material consiste en:

• Un tablero con acciones cotidianas que podéis descargar aquí.
• Fichas escritas con los verbos, personas, adjetivos y nombres que se representan en el tablero.

Con este material tan divertido, podemos trabajar diversos objetivos a nivel logopédico, aunque los principales son:

• Lectoescritura
• Comprensión auditivo-verbal
• Expresión oral
• Estructuración de frases
• Adquisición de nuevo vocabulario
• Seguimiento de órdenes

Como bien sabéis, con los juegos que empleamos con los niños, trabajamos indirectamente otros aspectos. Específicamente con el material que os presentamos hoy, trabajamos aspectos a nivel cognitivo, como la atención visual, auditiva, sostenida y focalizada, incluso la memoria auditiva. En definitiva, es un buen método para hacer una estimulación completa al niño mediante el juego.

Además, podemos emplearlo de diferentes formas según los aspectos que queramos trabajar.

Modalidades de juego:

• Se presenta el tablero y se les da a los niños 5 figuras. A continuación, les pedimos que pongan las figuras encima de los personajes del tablero que quieran, para posteriormente hacer preguntas sobre quién es. De esta forma, conseguimos una descripción sobre el personaje elegido y el sujeto de la oración. Seguidamente preguntaremos qué están haciendo, es decir, el verbo. Después preguntamos cómo o con qué, para obtener el objeto de la oración. Una vez que los niños identifican la oración, se disponen diferentes tarjetas sobre la mesa para que escojan la frase que han dicho.

• El adulto señala un personaje del tablero y a continuación, el niño debe buscar entre las fichas escritas para estructurar la frase más adecuada al personaje, teniendo en cuenta el género, número, verbo y/o adjetivo de la imagen. Ej: El adulto señala la imagen de un niño con una pelota, y el niño debe construir la frase: el niño rubio juega al fútbol.

• El adulto muestra la frase escrita, por ejemplo “La niña rubia huele las flores“ y el niño busca en el tablero la descripción que se ha dado.

Esperemos que os haya gustado, y sobre todo, que lo pongáis en práctica y ¡nos contéis qué tal!